Señor de los vientos por unos dÃas en Ull de Ter. Controlaba los vientos a su antojo, si los liberaba provocaba graves desastres. Este fÃn de semana dejó algunos libres en esta zona del Ter. El tiempo daba lluvia, pero esa agua tan abundante como la nieve este año apenas apareció, los aires ventosos del dios Eolo si estuvieron allÃ. Amaneció un sábado casi claro, suave en temperaturas y penoso en vientos. La noche fue estrellada y cálida. Poca nieve en las laderas que dan al sur y muy pastosa. El rÃo muy caudaloso este año y con manga corta iniciaba el camino hacia el Bastiments y todas sus compañeras medio blanqueadas aún. Para no llevar peso, con sólo los palos y algo de abrigo bastaba. El viento daba cada vez sus golpes con más fuerza. En el Coll de la Marrana picaba fuerte. Ese abrigo para luego salió de la mochila. Mucha gente por todos lados. Con esquies, grampones, piolet, raquetas...
uerdo Recuerdo ahora que en un par de ocasiones me bajé en el intento al Puigmal desde Err por el viento huracanado. En el camino hacia el Pic de la Dona desde Mentet pasó lo mismo, ahora me bajé sin hacer nada por culpa del dios Eolo a los pies del Bastiments.
Me persigue el viento,eso parece, no es escusa para decir que me bajo, quizás hice lo correcto. Yo no aguanto el viento, mejor dicho, lo considero peligroso hasta cierto punto. Asà como las tormentas son peligrosas en la montaña, el viento puede serlo igual. No disfruto, porque no me gusta ir a sufrir, sino a disfrutar. El aire me encanta, el viento flojo me molesta, pero el fuerte viento me cansa.
Ante todo esto siempre hay una recompensa y es lo que uno llega a disfrutar en ese dÃa, o dÃas que paso en la montaña. El refugio, el ambiente, las fotografÃa, el anochecer y el amanecer, la nieve, el frÃo, el silencio bajo las estrellas, el ruido del agua que no cesa en su curso montaña abajo....
Para terminar pongo unas fotografÃas de dos personajes autóctonos de la zona de Ull de Ter.